La fuerza y valentía de María Teresa González para afrontar la Esclerosis Múltiple

La fuerza y valentía de María Teresa González para afrontar la Esclerosis Múltiple

En el mundo hay enfermedades que son difíciles a veces de ser diagnosticadas en poco tiempo, una de ellas es la Esclerosis Múltiple, también conocida como la enfermedad de las mil caras; esto se debe a que se presenta en cada organismo de forma diferente, llevando así al paciente a no saber qué está pasando con su cuerpo y a enfrentarse a múltiples exámenes.

Este fue el caso de María Teresa González, quien hace 12 años vivió esta experiencia cuando laboraba como profesional en Administración de Recursos Humanos en la ciudad de Envigado, Antioquia.

Para su esposo William y su hija Carolina no fue sencillo vivir con la incertidumbre de no saber cuál era la razón principal del extraño comportamiento del cuerpo de su pareja y madre, respectivamente.

Todo comenzó con los siguientes síntomas: mucha fatiga y neuritis óptica (pérdida de visión temporal que se asocia principalmente a la EM, aunque no es 100% seguro).

El proceso de los exámenes médicos

Cuando Teresa trabajaba en el grupo Nutresa como Coordinadora de Gestión Humana, comenzaron las primeras señales de alerta; donde se fijó que su rendimiento en la empresa bajó por la pérdida de visión que presentaba por momentos, desde entonces inició con las pruebas médicas.

Los primeros exámenes fueron de oftalmología, los cuales no arrojaron ningún resultado que aclarará la duda de qué sucedía con su organismo, por esta razón fue remitida a neurología en donde le hicieron resonancias magnéticas de cerebro y columna, siendo diagnosticada con esclerosis múltiple.

Sin embargo, para confirmar le extrajeron líquido de la columna vertical. Y Teresa tuvo su valoración final, donde le comunicaron que efectivamente si padecía de EM, al igual que 3.462 personas en Colombia.

El camino con Esclerosis Múltiple

A pesar de que los síntomas se agravaron, María Teresa siguió con su labor en la empresa. No obstante, los primeros 7 años conviviendo con la enfermedad trajo consigo recaídas anuales y la principal causa era su visión.

Los episodios comenzaron cuando presenció la perdida absoluta de la visión en un ojo y luego de un tiempo el otro también dejó de funcionar adecuadamente.

“Se iban turnando”, menciona Teresa. Hasta que llegó uno de los días más fuertes para ella, como lo fue, la pérdida de visibilidad en ambos ojos.

Esta situación la llevó a hospitalización por 15 días y a una incapacidad de 2 meses, concluyendo médicamente que los esteroides aplicados, no funcionaban rápidamente en su organismo, por lo que debía guardar mayor reposo.

Luego, no solo fue la visión, sino también vinieron otros síntomas como la fatiga, cansancio constante, problemas para levantarse, y retos como el entumecimiento en la mano izquierda y picadas en la cabeza, que afectaban su memoria.

María Teresa se percató que cada vez que laboraba su cansancio era más crónico, su cuerpo no resistia el trajín que manejaba, y por motivos de salud la empresa comenzó a disminuir sus horas de trabajo, llegando a trabajar solo 2 horas al día.

Finalmente, decidió que era momento de quedarse en casa, desde hace 5 años dejó de trabajar en Nutresa y se concentró en su salud. Gracias al apoyo de su núcleo familiar y su empresa, asegura que ha sido la mejor decisión que tomó.

La esclerosis múltiple es una enfermedad inestable, el paciente podría un día presentar un nuevo reto, o sentirse bien y dependerá en gran medida de la ayuda brindada por sus seres queridos.

La ciencia en la esclerosis múltiple

La EM aún no tiene cura, es tratable a través de medicamentos, los cuales traerán consigo variaciones dependiendo del organismo del paciente; recordemos que la enfermedad se comporta y avanza de forma diferente en cada persona.

Al inicio del diagnóstico Teresa comenzó con medicamentos cada ocho días para disminuir la inflamación y prevenir los daños en los nervios. Posteriormente y a raíz de su problema de visión le recetaron esteroides.

Actualmente está a la espera de otras resonancias para ver como ha avanzado la enfermedad, y uno de los síntomas más recientes, es el excesivo calor.

La historia de Teresa es la de muchos a nivel mundial, pero la fuerza y apoyo de los familiares siempre será un diferenciador y un motor para salir adelante día a día enfrentando cada uno de los retos que se van presentando y lidiándolos con amor y paciencia. 

Presentar síntomas y no obtener una respuesta rápida de qué está pasando, es frustrante pero no te preocupes, si eres paciente o familiar de una persona con EM, no estás solo, organizaciones como Alem trabajan en pro de mejorar la calidad su vida. Recuerda que todos podemos brindar una mano amiga y ayudar donando aquí.

× ¿Cómo puedo ayudarte?